En el marco del Día Mundial del Ahorro de Energía, los datos más recientes para el estado de Puebla muestran áreas de avance y también retos pendientes en materia de eficiencia energética y acceso universal.
Según la evaluación rápida del uso de la energía para Puebla, el consumo de electricidad primaria alcanza los 1 786 kWh per cápita al año.
De acuerdo con la encuesta ENDUTIH 2024, en la entidad 7 623 hogares —equivalente al 0.4 % del total de viviendas registradas— no tienen acceso a la red eléctrica.
En el documento “Instrumento de Promoción para la Transición Energética” del CIEP Puebla, se reporta que en 2019 los sectores con mayor consumo estatal fueron transporte (36.5 %), industria (36.4 %) y residencial (22.4 %).
El municipio de Puebla concentra más del 40 % de la capacidad instalada estatal para generación distribuida, según la “Estrategia de Eficiencia y Transición Energética del Estado de Puebla”.
El consumo per cápita registrado implica que el uso de electricidad es elevado y que la eficiencia energética debe seguir siendo una prioridad. En el ámbito del acceso, aunque la cifra de hogares sin electricidad es baja en porcentaje, el rezago aún representa miles de viviendas en condiciones de vulnerabilidad energética.
La participación del sector residencial como consumidor clave —más del 20 % del total estatal— sugiere que las acciones de ahorro en hogares, la sustitución de equipos de alto consumo y la migración a tecnologías más limpias pueden tener impacto relevante.
La capacidad de generación distribuida en el estado es una oportunidad para descentralizar el abastecimiento, promover energías renovables y reducir pérdidas, aunque el documento de estrategia estatal advierte que gran parte de la infraestructura aún está concentrada en el municipio de Puebla, lo que revela la necesidad de ampliar la distribución territorial y reducir brechas.
En este Día Mundial del Ahorro de Energía, Puebla presenta indicadores concretos que invitan a reforzar políticas de eficiencia, acceso y transición energética. Desde los hogares hasta la industria, el reto es reducir consumos innecesarios, avanzar en electrificación limpia y asegurar que ningún hogar quede fuera del servicio eléctrico. Las cifras muestran dónde estamos y hacia dónde debemos ir.