El Gobierno federal confirmó que el salario mínimo en México tendrá un incremento del 12% a partir del 1 de enero de 2026, un ajuste que se ubica muy por encima de la inflación anual reportada por el INEGI, actualmente en 3.57%.
La medida forma parte de la política presidencial para continuar con la recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores.
Con el aumento, el salario mínimo general pasará de 278.80 pesos diarios a 312.25 pesos, lo que representa un ingreso mensual aproximado de 9,367.50 pesos para quienes perciben el sueldo base. En la Zona Libre de la Frontera Norte, donde aplica una tarifa diferenciada, el monto se elevará de 419.88 a 470.26 pesos diarios, equivalente a unos 14,107.90 pesos mensuales.
El gobierno federal sostiene que este ajuste mantiene la tendencia de fortalecimiento salarial sin provocar presiones inflacionarias significativas.
Durante los últimos años, los incrementos al salario mínimo han superado sistemáticamente a la inflación, y de acuerdo con las autoridades, esto ha permitido que los ingresos mínimos recuperen parte del terreno perdido durante décadas.
Además del aumento salarial, el Ejecutivo reiteró que la meta para el cierre del sexenio es que el salario mínimo alcance el valor equivalente a 2.5 canastas básicas.
Esta proyección —planteada por la Presidencia desde 2024— establece la línea para futuros incrementos que permitan mejorar la capacidad real de compra.
En paralelo, persiste el debate legislativo sobre la eventual reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales.
En caso de aprobarse, México entraría en una nueva etapa de regulación laboral que combinaría menos horas de trabajo con un salario mínimo reforzado, aunque especialistas advierten que este escenario requeriría ajustes importantes para pequeñas y medianas empresas.
Organismos empresariales han señalado que un alza de doble dígito representa un desafío para los costos operativos, mientras que académicos del sector laboral destacan que la mejora de ingresos puede dinamizar el consumo interno y reducir brechas salariales históricas.
Pese a ello, el incremento se mantiene firme dentro de la ruta trazada por el gobierno federal para 2026.
Con el anuncio, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CONASAMI) terminará de definir los mecanismos técnicos del aumento antes de que concluya el año, a fin de que el nuevo salario entre en vigor sin retrasos al iniciar el próximo calendario laboral.