La natalidad en México atraviesa una caída sostenida que ya enciende alertas demográficas. De acuerdo con el INEGI, en 2024 se registraron 1 millón 672 mil 227 nacimientos, lo que representa una disminución del 8.2 % frente a los 1 millón 820 mil 888 del 2023. La tasa nacional de fecundidad también retrocedió, situándose en 47.7 nacimientos por cada mil mujeres en edad fértil, una baja de 4.5 puntos respecto al año previo.
En el caso de Puebla, el estado reportó 108 mil 695 nacimientos registrados en 2023, cifra inferior a la del año anterior. Pese a ello, Puebla se colocó como el séptimo estado con mayor tasa de natalidad, con 59.6 nacimientos por cada mil mujeres en edad fértil, por encima del promedio nacional. En la última década, se han registrado más de un millón 56 mil nacimientos en territorio poblano.
Especialistas señalan que las principales causas de este fenómeno son la postergación de la maternidad por motivos laborales o educativos, el alto costo de vida, el incremento en el acceso a anticonceptivos, y una mayor conciencia sobre la planificación familiar. A ello se suman los efectos de la pandemia de COVID-19, que modificaron los patrones reproductivos en gran parte del país.
El descenso, advierten demógrafos, tendrá implicaciones profundas: desde el envejecimiento poblacional hasta la necesidad de ajustar políticas de salud, educación y seguridad social. En el caso de las mujeres, la reducción de nacimientos refleja mayores oportunidades para el desarrollo académico y profesional, pero también evidencia desigualdades en apoyos para quienes deciden formar una familia.
Con este panorama, tanto el gobierno federal como el estatal deberán reforzar las políticas públicas para garantizar el derecho a la salud reproductiva, el acceso equitativo a servicios de maternidad, y medidas económicas que permitan a las familias tomar decisiones libres y seguras sobre su futuro.