La participación de las mujeres en la política mexicana ya no es una excepción: es una fuerza transformadora que sigue creciendo. En el último proceso electoral, las cifras confirmaron lo que desde hace años se percibía: las mujeres están más comprometidas con el ejercicio democrático que los hombres, pero aún enfrentan enormes desafíos para ocupar los espacios de decisión.
Datos que marcan la diferencia
• En la Jornada Electoral del 2 de junio de 2024, la participación de mujeres fue de 64.3 %, mientras los hombres apenas alcanzaron el 54.8 %.
• En Puebla, de los 217 municipios, solo 46 son gobernados por mujeres. Es decir, un 21.4 % de representación femenina en presidencias municipales.
• La LXII Legislatura local ya es histórica: 23 diputadas forman parte del Congreso poblano, frente a las 21 de la legislatura anterior.
Retos y pronósticos
Especialistas advierten que el gran desafío no es solo la paridad en números, sino garantizar condiciones reales para que las mujeres ejerzan sus cargos sin violencia ni discriminación. Puebla sigue siendo un ejemplo de esta tensión: mientras hay mayoría femenina en el Congreso, en los municipios persisten casos de violencia política y exclusión.
A nivel nacional, el INE lanzó en 2025 el Programa Nacional de Impulso a la Participación Política de Mujeres, que busca fortalecer la presencia femenina en espacios locales, donde todavía se concentran los mayores rezagos.
México avanza, pero aún no alcanza la meta. Las mujeres ya son mayoría en las urnas y están ganando terreno en los congresos, pero todavía enfrentan barreras estructurales en los gobiernos locales. El futuro dependerá de que las reformas se acompañen de cambios culturales y políticas firmes que aseguren lo que realmente buscamos: una participación política plena, libre y segura para todas.