La participación de las mujeres en el sector financiero mexicano alcanzó un punto histórico: hoy representan el 53.8 % del total de inversionistas, superando por primera vez a los hombres, que concentran el 46.2 %, de acuerdo con un análisis de portafolios elaborado por la firma financiera Skandia.
El estudio revela que este incremento femenino responde a un cambio cultural profundo y a la creación de productos financieros más accesibles y personalizados, adaptados a distintos perfiles de riesgo. Las mujeres no solo están invirtiendo más, sino que también están tomando decisiones estratégicas sobre su patrimonio y su futuro económico.
Julio Méndez, director general de Skandia, explicó que esta tendencia “es reflejo del empoderamiento financiero de las mujeres, que cada vez participan más en la generación de ingresos y buscan herramientas para hacer crecer su capital”.
El nuevo panorama financiero también muestra una diversificación en los perfiles de inversionistas mexicanos, con la incorporación de asalariados, trabajadores independientes, comerciantes, empresarios, jubilados, amas de casa e incluso estudiantes. Esta pluralidad rompe con la idea de que invertir es un privilegio exclusivo para quienes poseen altos ingresos o conocimientos especializados.
Según el análisis, el grupo de edad predominante entre los inversionistas se ubica entre los 45 y 55 años, etapa en la que suelen consolidarse metas financieras y patrimoniales. Sin embargo, cada vez más jóvenes adultos se suman a las plataformas de inversión, interesados en aprender sobre ahorro, fondos de retiro y rendimientos a largo plazo.
Méndez destacó que el sector financiero enfrenta el reto de continuar democratizando las inversiones, mediante asesoría y educación financiera accesible. “El acompañamiento y la formación son clave para garantizar que todas las personas, sin importar su ocupación o nivel de ingreso, puedan construir un futuro económico sólido”, subrayó.
La creciente presencia femenina en el mundo de las inversiones no solo modifica las estadísticas, sino también la cultura financiera del país: las mujeres ya no solo administran el dinero; ahora lo hacen crecer.