Cada día, muchas mujeres en México ven cómo su dinero desaparece sin notarlo: el café de media mañana, una botana, antojos, recargas de saldo, bolillos. Son gastos pequeños, que parecen insignificantes, pero que acumulados generan una fuga económica real.
• Según CONDUSEF, solo el 30 % de las personas lleva un presupuesto para sus ingresos y gastos de forma sistemática. 
• El gasto hormiga suele representar entre el 12 % y el 15 % del ingreso mensual, según consumo y hábitos cotidianos. 
• En Puebla, una mujer que gasta ese tipo de “pequeñas fugas” puede acumular hasta 18,000 pesos de pérdida anual sin darse cuenta. 
¿Qué hacer para no dejar que ese gasto hormiga decida por ti?
• Llevar un registro sencillo de tus ingresos y tus egresos, distinguir lo esencial (alimentos, transporte, casa) de lo que es “antojo”.
• Crear un presupuesto mensual que incluya una partida para esos pequeños gustos, pero limitada: por ejemplo, un monto fijo para café o snacks, y respetarlo.
• Revisar tus estados de cuenta bancarios para detectar suscripciones ocultas, consumos automáticos o compras impulsivas.
• Si puedes, agrupar esos pequeños gustos para disfrutar menos frecuentemente o de forma más consciente.
Este tipo de control no es cuestión de evitar placeres, sino de recuperar poder sobre tu dinero. Para muchas mujeres, especialmente si tienen ingresos variables o responsabilidades familiares, esos pesos cuentan, y gestionar mejor los recursos puede ayudar a reducir estrés, evitar deudas, y crear más oportunidades para ahorrar o invertir en lo esencial.