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Aumentan casos de violencia contra mujeres, origen El Machismo

En México, cada día deja nuevas historias de dolor: mujeres que enfrentan violencia en múltiples formas —psicológica, económica, laboral y física— y que, en los casos más extremos, son desaparecidas o asesinadas. La realidad es dura: el machismo sigue siendo una de las raíces más profundas de esta problemática
15 de septiembre de 2025 por
Aumentan casos de violencia contra mujeres, origen El Machismo
Redacción

No se trata de una cuestión de clase social, nivel educativo o condición económica. La violencia contra las mujeres atraviesa todos los sectores, mostrando que lo que falta no son leyes o instituciones, sino conciencia, educación y respeto mutuo.


En la raíz de estas violencias está una cultura que normaliza el control, la agresión y la desvalorización de las mujeres. Desde la infancia, muchos niños crecen en hogares marcados por la ausencia de amor, el maltrato o la sobreprotección, lo que en la vida adulta puede transformarse en frustración y resentimiento dirigido hacia las mujeres.


Este ciclo, alimentado por estereotipos machistas, sigue cobrando vidas: mujeres jóvenes, madres, trabajadoras y profesionistas que son asesinadas o víctimas de “suicidios” dudosos y nunca esclarecidos. Cada caso que queda en la impunidad envía un mensaje peligroso: que las mujeres no valen lo suficiente para que la sociedad las proteja.


La memoria corta de la sociedad muchas veces permite que casos graves sean olvidados y que la violencia se repita. Historias como las de mujeres asesinadas en sus hogares, en las calles o bajo custodia oficial muestran que la vulnerabilidad es constante.


Más allá del activismo o de las colectivas, lo que México necesita es una alianza amplia y solidaria entre todas las mujeres y los hombres que creen en la igualdad. La violencia de género no se combate con odio, sino con justicia, educación y respeto.

Lo que urge cambiar

• Romper con la normalización del machismo en la vida cotidiana.

• Exigir procesos judiciales claros y sensibles al género.

• Educar desde la infancia en igualdad y respeto.

• Reconocer que la violencia contra una mujer es un problema de toda la sociedad, no solo de su familia o comunidad.

La violencia contra las mujeres en México es un espejo de lo que aún falta por transformar. La esperanza está en las nuevas generaciones, en las voces que no callan y en la convicción de que un país que protege a sus mujeres es un país que puede aspirar a la verdadera paz.