La proliferación de tarjetas de crédito digitales y de emisión rápida ha generado facilidades sin precedentes para acceder al plástico: solo se necesitan unos clics, datos personales y unos minutos. Sin embargo, ese acceso puede esconder costos elevados para quienes no pagan a tiempo los saldos.
Según datos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), por ejemplo en el segmento de “tarjetas clásicas”, la tarjeta con el CAT (Costo Anual Total) más bajo sin IVA es la Banorte Fácil con 18.1 %. En contraste, la Consutarjeta Inicial de Consubanco registra un CAT de hasta 105.90 %.
El CAT incorpora la tasa de interés, la anualidad y otros cargos. Por ello, en la categoría “clásica”, una tarjeta con 67.4 % de tasa ordinaria y un CAT de 87.4 % sin IVA es la Bancoppel.
Esta realidad contrasta con el discurso de que las tarjetas “solo ofrecen facilidades”; en realidad, las letras pequeñas pueden significar deudas difíciles de manejar para quienes llevan saldos mes con mes.
Por su parte, según el Banco de México (Banxico), los bancos publican comparativos de CAT agrupados por tipo de tarjeta —clásica, oro, platino— que permiten al usuario comparar costos antes de solicitar un plástico.
Pero pese a estas herramientas, solo aproximadamente 44 % de los tarjetahabientes paga cada mes el total de su deuda, evitando intereses adicionales.
Las implicaciones de estos datos son claras: cuando las tarjetas se pagan a tiempo, los beneficios pueden justificarse; cuando el pago se retrasa, el alto interés combinado con cargos adicionales puede convertir una herramienta en una carga.
¿Qué revisar al elegir una tarjeta de crédito?
• Verificar el CAT: “Mientras más bajo, mejor”, advierte CONDUSEF.
• Evitar opciones con CAT por encima de 80 % si no se tiene certeza de liquidar el saldo.
• Confirmar condiciones de meses sin intereses, comisiones y anualidad.
• Evaluar propias posibilidades de pago: la tarjeta no debe rebasar el monto que el usuario puede cubrir mensualmente.
En resumen, la oferta de crédito “en minutos” no debe confundirse con crédito “sin costo”. Elegir una tarjeta adecuada implica entender su costo completo y usarla con responsabilidad.